Miércoles, 11 de diciembre

El alumnado de 3º y 4º de Primaria del CEIP Joaquín Costa de Zaragoza, junto con otros colegios han podido asistir a la representación de  la obra de teatro y danza El soldadito de pluma, dirigida por Rodrigo Puertas.

Esta obra se enmarca dentro de las acciones en virtud del Pacto de Estado Contra la Violencia de Género, que desarrolla el Gobierno de Aragón.

El Soldadito y la Bailarina se sienten encerrados en el rol que se les ha asignado y con el que no se sienten identificados. Al principio solo ven sus defectos, y se entristecen por lo que las personas piensan de ellos, pero a medida que se van conociendo llegan a la conclusión de cuál es su verdadera identidad: el Soldadito no quiere combatir, su deseo es ser poeta y transformar las armas en plumas para escribir poesías que ensalcen la belleza de las cosas. Por otra parte, la Bailarina no quiere estar encerrada en una caja de música, prefiere viajar, aprender, descubrir y mejorar sus pasos de baile.

Aquí comienza su aventura.


Este proyecto está inspirado en el cuento original de H. C. Andersen, éste nos enseña: valentía, fuerza de voluntad, amor, tesón, amistad, tolerancia y valor para superar los obstáculos físicos y sociales.

Ambos protagonistas anhelan sentirse aceptados por los demás y desprenderse de roles de género asignados por unos personajes que tienden a etiquetarles simplemente por decir lo qué son, o ellos creen ser. Éste será el gran reto al que deberán enfrentarse los dos personajes, esto es, buscar y encontrar su verdadera identidad para aceptarse a sí mismos y a su vez ser admitidos por los demás.
El proyecto se asienta sobre una base narrativa cuyo título hace referencia a un elemento que va a ser recurrente durante toda la obra: la pluma. El Soldadito es un personaje que no se siente identificado con el rol que se le ha asignado, y que se ha construido en base a una serie de condicionantes que le etiquetan, como el uniforme o el mosquetón, que él ha sustituido por una pluma.

El Soldadito y la Bailarina son diferentes, así se sienten y a lo largo de la obra van tomando consciencia de su verdadera personalidad. Desde el inicio, se ve perfectamente la evolución que van desarrollando y como se les conduce hacia una liberación que va en paralelo a la propia música de la obra, creada originalmente por el compositor Paco Periago. Si bien, al comienzo, el Soldadito aparece danzando con un ritmo marcial muy acentuado, mostrando una personalidad muy marcada por la inseguridad y el miedo a sus compañeros, a medida que avanza la historia, veremos cómo es capaz de sortear todos los obstáculos que le llegan gracias a la “poesía” y como finalmente se libera con una coreografía muy marcada por movimientos improvisados y espontáneos.

La Bailarina, sin embargo, que desde el principio muestra una actitud valiente, intrépida y decidida, supuestamente nada “convencional” por el simple hecho de ser bailarina, harta de girar y girar siempre al ritmo de la misma música, consigue salir de la caja para ayudar al Soldadito, pues sueña que está en peligro, gracias al cual llega hasta a un escenario donde conoce a otros bailarines que le enseñan otros pasos de baile.

Dado el carácter infantil del proyecto, y la edad a la que va dirigida la obra, se ha buscado el recurso literario de la “pluma” para poder hablar de la diferencia y de la identidad sin necesidad de tener que explicar a los niños/as que significan estos conceptos, por otro lado, profundamente complejos. La utilización de la “pluma”, es en realidad, una forma de sugerir un aspecto diferenciador del Soldadito con respecto a sus otros compañeros soldados, y será precisamente el uso de la misma lo que va a generar la aceptación del Soldadito por sus semejantes. No sé habla únicamente de identidad de género, sino de cualquier aspecto que nos haga sentir diferentes a los demás y que precisamente esa diferencia sea la causa de otros problemas mucho más graves, como el bullying, el acoso escolar o el rechazo dentro de tu entorno familiar y social.