Cuando los niños tocan instrumentos en grupo se produce un efecto de bienestar y de relajación que les ayuda a exteriorizar su sentimientos y empatizar con el entorno más próximo.
Estos días los mayores del colegio están aprendiendo melodías de despedida tocadas con instrumentos de percusión de sonido determinado así como con instrumentos de viento.
Da gusto escuchar los frutos después de unos meses de trabajo.